La Voz, el Cuerpo & la Actitud
Oratoria Dinámica
Oratoria Dinámica
"Para que la comunicación sea efectiva, necesita ser afectiva".
Daniel Mongelli
El mayor beneficio de La Orotaria no es hablar con elocuencia, sino poder transmitir lo que sentimos.
Dudemos con Seguridad
No Dudemos
de DUDAR
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No siempre estamos seguros de hacer o decir algo, vivimos tomando decisiones todo el tiempo.
Está bien dudar, cambiar de opinión, reevaluar las situaciones.
Lo que muchas veces no es correcto es la forma en la que transmitimos esa situación de duda.
Podemos transmitir que no sabemos qué hacer, que no tenemos ni la más mínima idea de lo que está sucediendo o podemos trasladar la idea de que estamos en un momento de evaluación.
Si por ejemplo a un directivo le preguntan si es que va a echar a su gerente general, si es que va a seguir invirtiendo en ese producto que fue un fracaso, si se expandirá en el mercado o si a un presidente si cambiará a un ministro o modificará el rumbo de alguna política que pareciera no satisfacer las expectativas y contesta:
- Que no tiene ni idea.
- Con evasivas que profundizan la duda generada.
- Mira para otro lado
- Se encoje de hombros.
- Se rasca la cabeza.
- Revolea la mirada.
- Da un paso hacia atrás.
- Se toca la boca o la nariz.
- Titubea o se traba al hablar o al menos no lo hace en forma fluida.
- Juega con las manos en forma nerviosa.
- Aprieta sus labios.
- Coloca sus manos a la altura de la garganta o la boca.
- Eleva sus cejas.
- Se balancea en forma lateral o de adelante hace atrás en forma recurrente.
- Sus pies no se encuentran direccionados hacia quienes les realizan la pregunta, sino hacia el lado de la puerta o pasillo de escape.
- Se saca las pelusitas que puede tener su ropa.
Lo podemos considerar dubitativo, quedará la idea de qué en verdad no sabe qué hacer o que no encuentra la salida a la pregunta planteada.
En cambio, si en forma firme, serena y decidida expresa que está evaluado seriamente la situación, a la postre también está diciendo que no lo tiene decidido, qué aún no sabe qué hacer, pero con seguridad.
El mensaje es de inseguridad, pero dicho en forma segura.
En vez de quedar como una persona desbordada, que no puede dominar la situación, los demás lo pueden tomar como que está evaluando, analizando todas y cada una de las posibilidades que le plante tanto la coyuntura como así también el futuro.
Es una cuestión de actitud.
